Torre de Alejandria: Composición y Comunicación Visual

“Armar” una imagen requiere de planeación, es la más grande lección que deja el experimentar las funciones comunicativas visuales. La idea parte de un propósito ¿Qué quieres decir? Pero el cómo decirlo es otra cosa las piezas están allí objeto, espacio, mensaje, ángulo, luz… pero armarlos, compaginarlos que se tornen en una unidad es el reto. Ya que tiene tantos elementos en sí mismo cualquier cosa puede salirte mal y al ser UNA imagen eso implica al final que todo te salió mal.

Mi práctica desde lo compositivo parte desde el objeto de obsesión: la botella de vino. Luego empieza a llenarse de cosas nuevas como características: color, forma, textos, reacción a la luz, incluso peso del objeto. Lo que resta es llenar esos vacíos que da la intención: deseo describir el objeto, simbolizar una idea, expresar sentimientos, agradar a la vista, cambiar la opinión de alguien sobre una cosa. Eso se propone al darle contexto al objeto. Es aquí donde armar la imagen es la principal tarea con cuestionamientos tales como ¿Qué me falta para que…? ¿Es claro lo que deseo comunicar? Esperen, ¿Qué rayos era lo que deseaba comunicar? Si a veces nos saturamos de elemento o de ideas, creemos que estamos en el cine y el cine es una serie de fotografías en movimiento. Comunicar una idea sencilla es suficiente para comunicar ya bastante. Desde la idea el reto está en consolidarla, no perderse y desde lo compositivo está en un armado a prueba de fragmentaciones de los elementos. A continuación la botella y los giros que traté darle desde lo expresivo, poético, fatico, apelativo, informativo y metalingüístico.